Miles de litros de agua cayendo, así parece poca cosa pero
es imponente cuando uno está por esos puentes de acero a metros de la Garganta
del diablo.
Un parque nacional que tiene varias hectáreas de superficie,
un tren que te lleva de un lado a otro, monos y coatíes sueltos entre la gente,
un paisaje único en el mundo. ¿Qué más se puede pedir?
Sí, hay más, atracciones turísticas que valen la pena como
por ejemplo el recorrido en lancha hasta la caída, mojarte con el agua de las
cataratas no tiene precio.
articulo extraído de www.turismocasual.com
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