¿Alguna vez quisiste comer en un restaurante giratorio? Eso
es lo que se encuentra en la cima del cerro Otto en Bariloche.
Tomar un chocolate caliente mirando cómo se mueve el paisaje
por la ventana es una experiencia que recordarás con cariño como me pasa a mí
en este momento.
Vale la pena ir a Bariloche, no solo por el cerro Otto sino
también por el cerro Catedral, el destino predilecto para los estudiantes en su
viaje de egresados.
articulo extraído de www.turismocasual.com
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